La “primera comunidad de dominicos en América” ya se atrevió a desafiar a las instituciones (las suyas propias) invasoras en el Nuevo Mundo cuestionando el (mal) trato de los españoles a los indios. El discurso de Montesinos – como dice Fray Felicísimo Martínez, o.p.- es una metáfora de la vida dominicana; una vida que debería combinar el estudio con la acción misionera.
Reconozco que siempre he sido muy sensible a la inmigración, todas esas personas que abandonan su casas, sus familias, sus vidas para poder tener un futuro mejor y más digno,