Muy a menudo, cuando hablamos de Internet o las redes sociales las solemos contraponer a la vida real. Parece que lo que publicamos en los blogs, en el Facebook, o en Instagram es como un juego, y solemos añadir. “Ya, pero en la vida real…”. En la vida real nadie tiene 400 amigos, en la vida real nadie tiene una vida tan perfecta como la que nos muestra el perfil de Instagram de alguien… Y algo de razón tienen todos estos pensamientos. Pero solo ‘algo’.
La verdad es que nos hemos acostumbrado a oponer ‘virtual’ o ‘digital’ a real, como si fueran dos cosas antagónicas. Pero… ¿es cierto eso? ¿Es cierto que si insultamos a alguien a través de la red lo hacemos, pero ‘no en la realidad’? ¿Es cierto que si le enviamos un mensaje de ánimo a alguien a quien queremos, en realidad lo estamos haciendo solo ‘virtualmente’ y es mentira?
Lo normal es que veamos la tecnología como ‘una herramienta’, un aparato o un medio. Que todo depende de ‘cómo lo usemos’. Nada más lejos de la realidad. La red, Internet, o como lo queramos llamar, se parece mucho más a un lugar que tenemos que habitar y en el que tenemos que vivir. Ciertamente, es diferente al mundo no-virtual y tiene otras reglas de comunicación. Nos guste o no, Internet es un ambiente muy real y dependiendo de cómo vivamos allí, tendrá unas consecuencias u otras, para bien y para mal. La diferencia es que las cosas se suelen potenciar (la red tiene mucha memoria) y van a una velocidad mayor que la que nunca habíamos conocido.
Pensemos además, cuando tratamos de educar a niños y jóvenes, pero también a adultos, lo perjudicial que puede ser decirles que lo que hacen en las redes sociales ‘es de mentira’.
Entonces, la pregunta no es ‘cómo usamos las redes’, sino ‘cómo vivimos en ellas’. ¿Quién soy en Facebook? ¿Con quiénes estoy en mi día a día cada vez que abro el Whatsapp? ¿A quiénes les cuento mis historias de Instagram? Y, sobre todo… ¿A quiénes escucho, a quiénes leo, a quiénes ‘sigo’ en Internet? En definitiva, ¿soy yo o pretendo ser quien no soy?
Y como Internet está lleno de respuestas, sigamos con algunas preguntas. Si Internet es un ‘lugar’, ¿qué hago yo para hacer de la red un lugar mejor? ¿Busco la justicia, el perdón, el amor?