Desde octubre de 2023, el mundo está conmocionado por todo lo que está sucediendo en Palestina. Lo que se presentó en un primer momento como un conflicto, se ha convertido en un auténtico genocidio que se está cebando con el territorio y la población de Gaza. La ONU acaba de advertir de que 14.000 bebés podrían morir de hambre en las próximas 48 horas si no reciben la ayuda humanitaria que Israel bloquea.
Los datos oficiales cifran en 53.500 los palestinos asesinados en el último año y medio de ofensiva. La Corte Penal Internacional está investigando al estado de Israel por crímenes de guerra. Las imágenes y los discursos que nos llegan diariamente admiten pocas dudas.
El mismo León XIV ha recogido el testigo de Francisco y su preocupación por Gaza, y recordaba hace tan solo unos días que “los niños, las familias y los ancianos son llevados al hambre”, además de pedir un alto el fuego inmediato en la Franja y que se preste ayuda humanitaria a la “agotada” población.
La realidad nos sobrepasa y nos genera una situación de impotencia que debemos transformar como católicos comprometidos con la Justicia y la Verdad. En este 2025 en el que, desde la Iglesia, se nos pide ser peregrinos de esperanza, tenemos claro que es imposible serlo sin señalar a quiénes tratan de aniquilarla y sin estar al lado de quienes la están perdiendo.
Por eso, desde el Movimiento Juvenil Dominicano de España, queremos declarar que:
— Nos posicionamos sin matices contra los crímenes de guerra, las víctimas civiles y los discursos y proyectos políticos genocidas que atentan contra la vida plena de la población palestina.
— Ante una situación crítica, debemos fijarnos en las organizaciones que mejor están articulando una respuesta efectiva. Estas son: en el ámbito de la ayuda humanitaria, la organización de la ONU UNRWA, que está recogiendo donativos a través de la web ayudagaza.com; y en el ámbito de la respuesta ciudadana, el movimiento BDS.
— Nuestro sentir es compartido por más personas de la Familia Dominicana, que por tradición y mandato, siempre ha puesto en el centro de su acción y oración la compasión. Por eso, queremos remitir este comunicado a todas las ramas de la Orden para pedir extender este posicionamiento explícito por la paz y los derechos de los pueblos y generar posibles sinergias y acciones conjuntas.
— También vamos a remitir este comunicado al IDYM con la intención de ofrecer una posible respuesta global de la juventud de la Familia Dominicana. Pedimos igualmente su posición explícita contra el genocidio y nos ofrecemos para articular respuestas en común.
— Tenemos poca estructura pero el corazón encogido; y por tanto, estamos atentos y abiertos a cualquier sugerencia de acción y apoyo que podamos dar. El MJD quiere estar donde se le necesita, igual que ha estado, en otras ocasiones y en diferentes grados, con Ucrania, los pueblos oprimidos de Latinoamérica y África o la DANA de València.
No habrá Reino de Dios sin paz y justicia para todos los pueblos del mundo. ¡Viva Palestina libre!
