El padre bueno
Dios no sólo busca, sino que espera. Espera y confía en nosotros, y cuando volvemos a casa se alegra, nos acoge, cebra fiesta, porque para Él seguimos siendo sus hijos.
Los invitados al banquete
Todos estamos invitados a participar en el banquete del Reino que nos ofrece Dios; en el banquete de la fiesta de la fraternidad. ¿Queremos participar?
El buen samaritano
A veces nos planteamos a quien debemos ayudar y qué es lo que debemos hacer en bien de los demás. ¿A quién hay que amar para hacer realidad lo de «amar al prójimo como a uno mismo»?
Los talentos
Todo en nuestra vida es un regalo de Dios. A cada uno nos ha dado unas cualidades que, con responsabilidad, hemos de desarrollar y compartir con los demás.
Los trabajadores de la viña
Aquí entra en juego el amor y la generosidad de Dios. Si aceptamos la invitación a trabajar por el Reino, hemos de hacerlo, también, con amor y generosidad.
Saber escuchar
Escuchar no es lo mismo que oír. Podemos oir muchas cosas durante el día, pero ¿cuántas escuchamos?. Si no hay escucha, no hay diálogo, y por lo tanto no hay comunicación.
El sembrador
Jesús les habló de muchas cosas usando comparaciones o parábolas. Les decía: «El sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, unos granos calleron a lo largo del camino…»