El pasado domingo tres de enero tuvo lugar en Caleruega la eucaristía, presidida por el Maestro de la Orden, dando el pistoletazo de salida a una nueva era en la Orden de Predicadores: el nacimiento de la Provincia de Hispania.
De la Eucaristía presidida por Fray Bruno Cadoré destaco la idea que nos dio a todos los que pertenecemos a la Familia Dominicana: la labor de predicación la hacemos todos y ésta se debe llevar a cabo todos juntos. Debemos de cambiar la idea de predicar a los laicos y empezar a predicar con los laicos.
El Movimiento Juvenil Dominicano ha tenido la oportunidad de participar en este acontecimiento ya que fuimos invitados al primer Capítulo de la nueva provincia. Para nosotros ha sido un evento muy importante ya que nos ha permitido conocer más ampliamente la Orden de Predicadores y nos ha dado la oportunidad de poder expresar quiénes somos, qué hacemos y hacia dónde vamos.
Desde el principio fuimos muy bien acogidos por todos, tanto por los miembros capitulares como por las hermanas invitadas y los laicos, haciéndonos sentir como uno más. Nuestra participación oral en el capítulo tuvo lugar el martes cinco por la mañana, dando lugar a un diálogo posterior con los demás miembros del capítulo. De éste extraigo la idea de la importancia de los jóvenes, ya que son los que en la actualidad están produciendo los grandes cambios y muchos de ellos luchan por construir un mundo mejor.
Esta experiencia nos ha servido para conocer las diferentes realidades de la Orden y darnos cuenta que formamos parte de algo que va más allá de la realidad de nuestra comunidad. Ver que 800 años después formamos parte de una Orden viva que tiene tantas cosas que decir, nos hace como jóvenes valorar mejor el legado que nos dejó nuestro Padre Domingo y crea en nosotros la necesidad de seguir predicando el mensaje de Jesús al estilo de Domingo.