La saga de las sagas de la gran pantalla ha llegado a su fin. La nonalogía empezada por un joven George Lucas y terminada por la todopoderosa Disney ha conseguido enganchar y deleitar a lo largo de los años a varias generaciones.
Star Wars o La guerra de las galaxias, como se conocía en España antes, es un conjunto de películas dirigidas a dos públicos infantiles, al de los años 80 y al de ahora. Ha sido muy común estos últimos años en Navidad ver a padres e hijos ir juntos al cine a disfrutar de los últimos estrenos de estas aventuras cinematográficas.
Estamos ante nueve largas películas más sus historias paralelas con multitud de personajes, tramas y subtramas. Analizar los mensajes que encierra la saga parece misión imposible, más aún cuando uno descubre que sus creadores hicieron un refrito de muchas ideologías y religiones para crear su universo. También es cierto que tiene muchas lecturas y puntos de vista. Sin embargo, hay trama muy general fácil de identificar: la lucha del bien contra el mal.
La vocación
Pero el mensaje que quiero destacar y que da sentido a cada uno de los tres protagonistas de la serie de películas es de la vocación, o asumir aquello a lo que uno está llamado.
Anakin Skywalker, Luke Skywalker y Rey (Skywalker), personajes principales de cada una de las trilogías, luchan contra su destino. De alguna manera, sienten una llamada a la fuerza, a la que intentan responder desde el lado luminoso de la misma, sin caer en el lado tenebroso. Una batalla que para ninguno de los tres resulta sencilla y que no todos logran vencer. Star Wars nos muestra que las cosas no son blancas o negras, que el bien y el mal no están tan lejos. Un pequeño empujón te puede llevar del lado luminoso al lado oscuro. Todos tenemos luces y sombras.
Anakin, Luke y Rey
Con este western galáctico vemos una caída de la figura del héroe clásico que todo lo puede. Anakin, Luke y Rey necesitan la ayuda de sus compañeros, la instrucción de personas sabias. La amistad y la camaradería se vuelven fundamentales para la lucha contra el mal, para el duelo vital de cada uno por ser mejor persona.
Una mujer para traer el equilibrio a la fuerza
La última de las trilogías: El despertar de la Fuerza, Los últimos Jedi y El ascenso de Skywalker sabe captar el signo de los tiempos. Una mujer es la que toma el poder: Rey, la chatarrera que malvive esclava de la pobreza. No quiere coger la espada, asumir su destino, cargar con una responsabilidad enorme que en principio no le corresponde, ella no es nadie. Pero esa mujer valiente, arriesgada y con carácter que vamos descubriendo poco a poco acaba asumiendo el papel de ser esa persona que traerá el equilibrio de la fuerza.
Parece extraño que alguien no haya visto las películas todavía. Pero como conozco a dos despistados les diré que se animen a ver Star Wars, que merece la pena. Si alguien se aburre con los episodios I, II y III que lean un resumen y salten a los demás. Son excelentes películas de aventuras, llenas de diversión y entretenimiento.