La educación, el mejor arma para cambiar el mundo
El pasado fin de semana me encontraba realizando uno de los módulos de la DECA, es decir, el curso para poder obtener el título de Profesora de Religión. Estábamos hablando sobre las parábolas y cómo podíamos tratarlas con niños y niñas de educación infantil y primaria, cuando el profesor decidió ponernos un vídeo que me llamó mucho la atención.
Nuestros jóvenes tienen clara su misión: PREDICAR.
En nuestros días para poder hablar de los jóvenes hay un aspecto que es fundamental: conocerlos y encontrarse con ellos. Es primordial conocerlos; cómo son, qué sienten, qué desean, cómo ven la sociedad y cómo viven en ella…
Capeando la derrota…
“Me ha angustiado tu carta de hoy, muchacho. ¡Te muestras tan seguro de ti mismo, te sientes tan gozoso de «haber madurado»!