De héroes cotidianos y pequeñas acciones que cambian el mundo: ‘Qué bello es vivir’

De héroes cotidianos y pequeñas acciones que cambian el mundo: ‘Qué bello es vivir’

Voy a escribir algún artículo sobre cine para el MJD. Lo primero que tuve claro cuando me lo pidieron es que serían películas actuales, pero empezar en estas fechas me ha hecho cambiar de opinión con la primera de las entradas. Así que he decidido escribir sobre la película navideña por excelencia, aunque muchos jóvenes ni siquiera la conocen. Hablo de Qué bello es vivir, una película de 1946, dirigida por el gran Frank Capra y protagonizada por unos de los mejores actores de todos los tiempos: James Stewart.

Qué bello es vivir son más de dos horas de terapia intensiva contra la depresión. Una película aparentemente sencilla, que encierra una gran profundidad y muchos mensajes. Hay que tener en cuenta que el director parte un humanismo cristiano. Según decía Capra “La idea maestra de mis películas es realmente el Sermón de la Montaña”.

La película habla de amor, de entrega, de principios, de ir contracorriente, de la felicidad, de alcanzar los sueños imposibles, de renunciar a otros y sacrificarse por los demás, de desesperación, de la familia y la amistad, de las prioridades en la vida. Qué bello es vivir es un canto al héroe cotidiano, a la grandeza de lo cotidiano, de lo simple. Las cosas cambian por una persona o por un grupo de personas normales, corrientes, con pequeñas buenas acciones. La grandeza de una vida es la apología de la vida contra cualquier desesperanza.

George Bailey (interpretado por James Stewart) es un hombre bueno, alegre, que sabe apreciar las cosas buenas de la vida. En un momento Bailey deja de ver que su vida es enormemente rica. Todo lo que ha ido sembrando a lo largo de su vida, todas sus renuncias y sacrificios, todos los cuidados que ha ido ofreciendo a sus amigos y familiares, todos esos pequeños gestos de un héroe cotidiano harán que la gente se vuelque con el protagonista de esta historia cuando atraviesa su peor momento.

La solidaridad como plenitud del ser humano

Otro gran aprendizaje de la cinta es el sentido que le da al triunfo, muy alejado al que le ha dado Hollywood tradicionalmente: dinero, fama y prestigio. La solidaridad como plenitud del ser humano es el gran logro de los protagonistas de esta historia.

A pesar de ser una película de hace 73 años y de que el gran peso de la historia cae en un personaje masculino tiene algunos detalles que podemos considerar bastante feministas para la época. La mujer de George Bailey, interpretada por Donna Reed, es la que toma las grandes decisiones heroicas en los momentos críticos de la vida de la pareja: da el dinero de la luna de miel por una buena causa, se lanza a las calles casi humillándose a buscar el apoyo para su marido…

Recomiendo absolutamente a los jóvenes que no han visto esta película que lo hagan. Y si es en fechas navideñas mejor. Que no tengan miedo a ver una película en blanco y negro. Tiene muy buen ritmo y no ha quedado desfasado ni uno solo de los muchos valores que refleja.

Qué bello es vivir va más allá de la Navidad y de los villancicos que suenan. Tiene algo mágico. Es un cuento de Navidad que hace amar el cine y la vida.

firma santi vedri


(*El tráiler es de una versión coloreada de la cinta. La original es en blanco y negro)

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